miércoles, 17 de agosto de 2016

El dedo Garfio - Juan Guinot / Jesus He Knows Me - Genesis

Le digo a mi novia que nos vamos mañana y que no puedo esperar un día  más. Después de Feetup, vemos, larga y se va a bailar a la pista, debajo de la pantalla gigante y no le creo, porque no dice después sí, dice después vemos, que es lo mismo que me dijo en Grisú, Cerebro, By Pass, en la aerosilla del Cerro Catedral, en la isla Victoria y el bar que parece un plato volador que está en la punta del Cerro Otto donde nunca vi al viejo Otto bañándose en la nieve como mostraron en Canal 13.
Llega Jano. ¿Hoy la ponés?, me pregunta le digo que no va a pasar nada, que vamos a volver como vinimos y, lo peor, nunca, pero nunca vamos a hacerlo con ella. Jano no abre la boca y como se que es de preguntar en el silencio, le contesto que yo creo que esto me pasa porque el abuelo me pegó un gualicho para que en la recontra puta vida garche con la nieta. Y le cuento que soporto esta desgracia por jugarla al pedo de novio serio porque, para que ella se relaje con el viaje de Egresados y pueda pasar lo que hasta ahora no pasó, acepté que me presente a la familia.
Jano se mete un fondo blanco de vodka con naranja  y entiendo, en ese gesto que quiere saberlo todo y le cuento como fue: estábamos comiendo pejerrey frito que el abuelo de ella había ido a pescar a la laguna de Junín y se me ocurrió contar algo de mi abuelo materno. ¿Vos sos nieto del doctor? me preguntó el abuelo de ella mientras mordía una aleta frita de pejerrey. Y le dije que sí. Tu abuelo me operó el dedo, dijo, largó un suspiro medio catarroso y metió el dedo mayor de la mano derecha adentro de un pan, sacó un pedazo de miga, la pasó por el plato, hizo una bola de miga y espinas, se la mandó a la boca y llevó al dedo sin miga de pan a suspenderse delante de mis ojos. Me lo dejó como el culo, nunca más pude moverlo, me dijo y pude comprobar el estado tieso y corvo del dedo mayor. Le digo a mi amigo que, esa noche, me di cuenta de que el dedo garfio del abuelo de mi novia estaba cargado de revancha hacia mi familia y que, para no ser destinatario de la bronca del pasado, lo mejor que podía hacer es nunca jamás dejarme tocar por ese dedo garfio. Pero, antes de salir para Bariloche, mientras trepaba al Chevallier sentí que algo se clavaba en mi clavícula, me dí vuelta y era el dedo garfio de abuelo de mi novia.
Jano mira a la pantalla, achina los ojos, está en otra cosa, la música y esto de tener pantallas de cine en los boliches lo tiene cautivado, es novedoso porque en el pueblo, de pedo, hay luz negra, una torre con cuatro luces de colores y un flash para bailar break dance. Le pregunto si él cree que el dedo garfio me va a dejar con las ganas de ponerla y Jano me pasa un vaso largo de vodka con naranja. Tragá y mirá la pantalla con la música, me dice y se manda otro fondo blanco. En la pantalla está Génesis, es el tema ese que habla de Jesús y todos en Feetup  bailan como robotitos epilépticos, incluida mi novia, el efecto humo se la traga, la pierdo de vista y ya no tengo dudas, jamás voy a garchar con ella. Me trago de un saque el vodka, pido otro para mí y para Jano, y pienso que si Jesús me conoce, como dice la canción, me diría que para el gualicho del dedo garfio no hay milagros.
Juan Guinot

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